Del Amor y algún silencio

VI

Esa mujer tan Bella
que flota en el aire
con pasos diminutos
es el origen y el fin
de todos los universos
en los que bebo los días
y las esperanzas,
es la plegaria
de mis noches al alba
elevada a las nubes de tormenta,
y el arcoíris que las disipa.

Sólo con mirarme
dibuja los puentes
para traspasar abismos
con una fe de funámbulo.
Sólo con su nombre
al borde de los labios
las rosas se perfuman
de atardeceres cálidos.

Con ella me siento
en el balcón de sus pupilas,
y vemos pasar golondrinas
y palomas
con palabras cosidas
en sus alas,
y cometas zarandeados
por el viento
ascendiendo hacia la luna.
Y al volver, ya con mis ojos
veo ungüentos de colores
para ahuyentar todos los males.

Por ella soy de este mundo
y de otros cielos pintados
que sus manos proyectaron
con arquitectura perfecta.

A esa mujer tan Bella
le debo el Alma
y sólo me pide amor,
el aire que vivo
de su propia carne,
un mar de alas para volar
libre contra el viento,
y sólo me pide amor.
Y le daría mi ser entero
para que fuese eterna
y yo eterno con ella.

Marzo 2020
Alte Jon​

 

Es un poema hermoso y muy tierno, gracias por compartirlo.

¡Bienvenido poeta!

Un placer de lectura para esta noche lluviosa.
Saludos desde mi mar sureño.

 

Un poema que fluye entre las puplias y ¿qué mujer no desea ser amada de esta manera?
encantada de leer y dejar mi huella de aprecio en la distancia,

 

Gracias Guadalupe por tu huella. Un inmenso placer leerte también.
Ojalá el amor y la poesía nos curará el miedo!
Besos

 

Belleza y romanticismo tatuados en el canto de tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy