Del ayer al hoy

Debo decirle señor:

que su lenguaje no entiendo

no quiero volver atrás

dejé la cueva hace tiempo

y en la selva de la vida

me hicieron temblar los vientos.

Al ritmo de una canción

iba espantando mis miedos.


Ahora soy fuerte y me mido

con el león que me enfrento,

ya no soy esa gacela

temerosa de su acecho.


He librado mil batallas

en muchas de ellas he muerto

mas, alguna vida queda

en mi corazón viajero.


No presumo de victorias

de las derrotas aprendo

y todos los días hablo

con la imagen del espejo,

a veces no la conozco

otras le grito: ¡te quiero!


Señor, no me dé lecciones

no seguiré su sendero,

yo haré mi propio camino

hasta mi último aliento.


¡Esa es la mujer que soy

ser otra ni lo pretendo!



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Excelente romance en el que te reafirmas en tu esencia de mujer que sabe por donde dirigir sus pasos sin necesidad de engreídos compañeros.

​

 

Fabiola, se hace entrañable tu huella.
Feliz domingo.
Isabel

 

No te quepa duda, la vida es puro ensayo hasta el estreno final. Pero el tiempo termina por borrarlo todo.
Empoderarse nos sirve para no dejarnos convencer y reforzar nuestras luces, que indicaran el camino.
Gracias, Sergio, por tu cercanía.
Un abrazo.
Isabel

 

Hola Ángel, de nuevo agradezco tu visita, tu generoso comentario y la huella de tu paso.
Saludos cordiales.

 

´Hola Camy:
Si, eso tiene la vida, compañera, las veces que caemos en la lona derrotados, pero hay algo en nosotros que permanece inalterable, por muchos errores que cometamos: esa personita que somos de niñas, llena de porqués ante lo injusto.
Hay gente que nos traza un perfil de como ellos creen que debemos ser, y quieren que nos ajustemos a él.
Gracias siempre, Camy por ver y leer mas allá ... y por tus generosos y profundos comentarios.
Recibe un gran abrazo, igualmente cariñoso, entrañable y largo.
Isabel

 

Hace tiempo que tengo esto muy claro, Marcos, pero ahora parece que haya la necesidad de volver a reafirmarse. Soy la mujer que soy, con mis sombra y mis luces.
Gracias, Marcos, haré todo lo que esté en mi mano para que se cumplan.

 

Ay, estimado compañero, no creas que no me imagino muchas veces cabalgando dragones.
Si, Manuel, hay días en que me comería el universo entero, pero otros en que el más mínimo tropiezo me resultan agotador.
Un abrazo grande con el mismo respeto.
Isabel

 

Bueno, como se suele decir por estos lares, "no es para nadie en particular", es una forma de reafirmarse en este tiempo en que hemos vuelto a recibir consejos, sin pedirlos, de esos que te hacen retroceder en el tiempo.
Creo que no tenemos la suerte de tener ningún Novel. Pero ya sabes que la humildad es una virtud que escasea.
Aquí estamos en un ejercicio de empoderamiento femenino
Un abrazo Javier.
con todo afecto
Isabel

 

Así es, Miguel, la vida es un continuo aprendizaje, y a lo largo de ella sufrimos tantos cambios... Ah. quien pudiera volver atrás con lo aprendido.
Gracias, Miguel.

 

Hola, un placer recibir tu visita y tu generosa huella. No creo que mis letras merezcan ese calificativo, aunque te lo agradezco mucho, siempre es estimulante la mirada generosa de un compañero.
Gracias por tu presencia.
Saludos cordiales.
Isabel