Del diario de Claudia. El amor que siempre duele.

Claudia y su costumbre de llevarme con ella a los lugares más oscuros.
De su diario parto hoy, como siempre. Aunque en estas horas como testigo silente de sus andares.

Mañana , si el amor quiere y la vida no nos detiene, continuaremos soñando con lugares y puestas inexistentes.
Momentos que no nos caben en el calendario, por estar privados de fechas piel y tacto.
No nos queda otra al ser humano que servirnos del caudal de nuestro ingenio.
De lo que queriendo haber sido, solo queda en nuestra mente lo que imaginando hemos sentido.
El amor es casi siempre el que nos para, el que evita que vivamos la vida que soñamos.
El amor, hace que nos paremos a cantar canciones al oído del que necesita conciliar el sueño.
El amor nos hace desear para otros un buen alimento.
El amor…
El amor hace que nos paremos a escuchar los recelos, las historias interminables , a veces sin sentido que salen de las almas abiertas.
El amor, hace que nos paremos en el camino, esperando por si el destino hace que lo que deseamos se acerque y no pase de largo.
El amor es el causante de las esperas, de la paciencia, de la soledad incluso. Esperamos pacientes y solos, para que otros se acomoden y arreglen sus caminos, por si les podemos ayudar en su destino.
El amor es el causante de nuestra muerte.
Aunque es verdad que cuando por amor se muere, el dolor es inocente.
Es cierto también que en en este caso la muerte está llena de sabiduría, de enseñanzas y de ejemplos, pero al fin, es el amor quien nos ha matado, quien nos ha traído a la tumba antes de tiempo, pues hemos tardado tanto rato en entenderlo que sin darnos cuentas el reloj no se ha parado, y de arrugas el rostro nos ha marcado.
Ahora, cuando el tiempo ya acojona, te miras al espejo y sigues amando.
Y lo mas irónico es que lo haces con más fuerza, con mas ganas, pues ahora, ahora el tiempo apremia.
No queda mucho…
Y si hay algo que quieres dejar claro es que, aunque te mueras, el amor quieres seguir demostrando.

PD. Claudia y yo, tuvimos una noche movida. Sin entender muchas cosas. Preguntándonos por qué el amor siempre es doliente.

SHA