Del Mendigo

El mendigo tiene el alma rota dentro de un vaso con agua en el velador de la cabecera de su cama de cemento.

El mendigo espera pacientemente que transcurra la larga noche, solamente para volverse a vestir en la mañana con las ropas de su corazón remendado y salir a buscar a la calle lo que nunca va a encontrar...

El mendigo, pues... pide, ruega, suplica... mendiga sensaciones, emociones, amor, y al final, cuando el sol gastado de tanta crítica se esconde entre los edificios, proyectando brazos de sombra que alivian; llega a la casa en harapos, ampollado de tanto peregrinar y con el alma empeñada en no se que motel, en medio de las piernas de cualquiera, con el espíritu evaporado luego de ser transpirado y disuelto en llanto...

Delante de un espejo, el mendigo reza su verso, y practica sus posturas: "TENGO TODO MENOS ALMA, Y ME SOBRA CORAZÓN, NO TE OFREZCO CAMBIAR, PERO MEJORAR PUEDO...SI ME DEJAS..." así canta con monotonía, cansado y aburrido, con la esperanza ciega de que la suerte le sonría a la mañana siguiente y pueda conseguir desayuno… y lo que tanto anhela.