Del Parnaso incomprendido

Al verdadero Efrén Rebolledo​

Estos cuarzos míos
piezas frías del alma mía
se me caen a pedazos.

Como las palomas asesinadas
por el disparo horrísono,
caen mis ilusiones desangrando granate.

La esperanza se trastorna,
verde zafiro mesando su corazón
vuelto hematite.

Y mi amor, rubí común
de rubor fino
Pleocrónica piedra,
corazón al fin, ahora eres blanco diamante
no por puro o tranparente,
sino por vacuo y ruin.

Cofres míos piezas del alma mía
Cofres cuajados de ornamentos,
Donde guardar mis pensamientos
Nunca piezas esculpidas
por fino e inexpresivo orfebre
son fragmentos fríos del alma mía
ardiendo pasivamente.