Del sol a las piedras

Del sol a las piedras va su mirada tras pasar por las olas.

Los ciclos se suceden sin solución de continuidad en las
telas de la mente, multiplicada por cuatro veces cuatro.
Acecha cada esquina desde su indolente postura
de raíces abonadas con sangre y con plata, con humo y
con dolores tan antiguos como el tiempo de la siega,
irremediablemente amarga.

Alcaloides de fruta madura resbalan por los canales
internos, escondidos, refugiados tras capotes y lances
a un toro negro zahíno con rostro de roja amapola,
patas de alambre y afiladas púas.

 

Saludos, Eban, nos vemos por ahí....

 

Gracias por compartirlo. Muy bueno, celebro estos versos. Todo un placer.
Abrazos
Chepeleón

 

Traspasa mi alma susi con las afiladas puas... Nuevamente un gusto leerte cada vez lo haces mejor... De verdad me encantan tus lineas

 

Quadrophenias, vestidos de torear salpicados de sangre, humos contaminadores, canales internos, alcaloides, rojas amapolas, un toro rematado en afiladas puas...ni una sola palabra que no provoque una bella y dulce quemadura en la piel.
Todo el poema se me clava en el pecho como una daga fabricada con uno de mis propios huesos. En este caso la cuña hecha de la misma madera es la que mejor encaja.
No revelas el final, pero creo que quedaría bien que mostrara que ese "ser" aún es capaz de sentir amor, despues de haber cercenado el alambre de las patas del toro.

¡Millones de besos, amor!

 

Ha sido un gusto leer tu poema
Se nota gran talento en el quehacer de la poesía


te dejo estrellitas

 

Y yo celebro tu visita, chepeleon. Gracias, colega.

 

A mi lo que me encantan son tus palitos (I-II-III...)
Besos, Manu.

 

Precioso comentario, tanito... si es que naciste poeta, corazón. Millones de besos para ti.

 

Mil gracias por tu lectura, Mariluz. Besotes.