-Delito: Reventando como un Intestino Grueso-

Las almas reventando en mis ojos,
reventando en mi pecho rozagante de angustia.
Tu aroma reventando en mi vientre,
y mi vientre reventando en la cama que hace años atrapa mis pesadillas
para castigarlas con dulces sueños…
El silencio reventando a través de los oídos de mi madre,
¡escucha reventando sus ataduras contra los recuerdos de los cortos epitafios de sus antepasados!.
El habla adormecida endurece mis sesos, carbura un siniestro plan,
un dolor eterno de cabeza que no me deja descansar.
El cansancio reventando mis tendones, la pobreza mis bolsillos,
mi monstruosidad reventando mi sexualidad,
¡ah un orgasmo placentero de delito!,
nadie se deja convencer que los días soleados desaparecerán.
El maldito egoísmo reventando sobre los más inválidos,
unos hombres miran por encima a otros, menosprecian su inservible apariencia,
revientan como bombas de jabón-jabón que solo hacen espuma y conmoción.
Mi ridícula nostalgia reventando en palabras necias que nadie entiende,
suenan mal, son atacadas, son blasfemias para gente blasfema,
no me dejan ver bien,
como el “niño bueno” reventando en mil pedazos llenando de heces cada rincón del mundo…

Los hombres (“todos”) reventando en ternura, dolor, ambición, llanto, miseria, amor, muerte, edificios, prisiones, juegos, verdad, mentira, vejez, niñez, enfermedad, salud, saciedad, placer, lujuria, bondad, esclavitud, maldad, más maldad, otra vez maldad, escarnio publico, robo, riqueza, pobreza, malditos, infames, putas, garitos, maricas, pintores, escritores, músicos, periodistas, políticos, estudiantes, vendedores, puritanos, sacerdotes, monjas, estilistas, conductores, mariachis, cristianos, musulmanes, ortodoxos, judíos, ingleses, franceses, chinos, soviéticos,
¡“todos” me tienen jodido! ¡me tienen hasta la coronilla!...