Derrumbados...

Fuimos caudal para amarnos
como fatídicos para el daño,
no escatimamos las heridas
que nos desgarraron la piel;
piel que también enardecida
entre mil noches de bohemia,
se dejó a charlas compartidas
que incitaban ese puro frenesí.



Fuimos tanto dos, en tan poco
pero sin cavilar nos perdimos,
en la grieta ruin que aniquiló
ese sentir teñido de nosotros.
Sin balancear consecuencias
ni resguardarnos del vil fango,
nos disputamos en una guerra
y luego pretendimos repararlo.



Fuimos dos torpes ensañados,
haciendo alarde del escarnio,
atentando a la efectiva esencia
ejecutamos un buen asesinato.
Con culpas que compartimos,
lesiones que ni a poco cierran,
así nos encontramos doloridos
por un amor, que nadie arregla.



Fuimos amantes precipitados
a sabernos sentir y lacerarnos,
tan salvajes el uno con el otro
tanto más criminales oxidados.
También fuimos acordes alados
que en el alba rieron y soñaron,
pero nos saqueó ese mal tiempo
quebrando el amor. Derrumbados.

 

A veces el amor corre tan rápido que termina desbarrancándose tan profundamente que en el fondo ya no queda rastro de él. Felicitaciones Carolina.

 

La efervescencia del amor que arrastra, galopante, los momentos
Tan enérgico y desmesurado que agrupa los sentimientos en una esquina
Asfixiandolos de forma inconsciente en su afán de exprimir cada instante
Hasta que la vorágine escapa al propio control y desmantela
Aquello que hace instante era tangible y perpetuo
Y, ahora, sólo cenizas que eleva una briza de otoño.

Me encantó tu poema. Me disculpo si malinterpreté el mensaje que buscabas transmitir .

 

Tal cual amigo, eso es lo que a veces cuesta aceptar... Cuando el amor, aún amor dolorido, ya está desbarrancado...

Gracias por tus palabras y por tu estímulo!

 

Me gustó mucho tu agregado, Markko, lo que resonó en vos de mi humilde escrito.

Y no, no te disculpes, justamente un escrito, poesía, poema es un disparador que roza, toca, suma otros sentidos.

Gracias por leerme