1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Desafiante Renacimiento

Tema en 'Poemas Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por PANYU DAMAC, 27 de Marzo de 2021. Respuestas: 3 | Visitas: 348

  1. PANYU DAMAC

    PANYU DAMAC Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    4 de Febrero de 2008
    Mensajes:
    429
    Me gusta recibidos:
    47
    Desafiante Renacimiento



    No alcanza fin el frío
    si el corazón se extingue.
    No guarda espacio para la oscuridad que exige
    lo que afín late lo que nunca fue ni será mío.

    ¿Qué se huele en la distancia?
    Cada cuadro que se evade de la imagen
    guarda el paisaje que dará de nuevo luz a mis ojos
    cada sensación que la eternidad ceba antes
    se encuentra reyerta de despojos.

    Luna amiga de mi inmortal ausencia,
    el recuerdo de haber caminado contigo en el pasado
    es la prenda que tu estrella usa cada mil años
    es la noche que hoy me regalas que nunca igual has usado
    para poder soñar despierto tu presencia.

    No hay tamaño posible que a la soledad eclipse.
    Hasta dónde llegan mis manos
    si la existencia a un recorrido se resume
    todo lo cálido tendría que caber en el hogar humano.

    Durante esta época que nos toca vivir abajo
    miramos hacia arriba para ver entrar la luz por esa boca
    señalando la punta del aire con ingenuo movimiento
    palpando el origen en la superficie de una roca.

    Si la tierra es una sola
    el cielo es solo para aquellos que a volar aprendieron
    y en la intemperie de las vicisitudes y los tiempos
    baten sus alas invisibles contra el viento.

    Son requeridas fuerzas
    que no habitan en el cuerpo,
    campos sutiles donde es desafiada la violencia
    intenciones con las que el ahora se propaga
    resistentes cuerdas más resistentes que el acero.

    Si estuvieras cerca no alcanzaría a verte
    del tamaño del cosmos.
    La palma en la que se ha de leer
    cuanto significa quienes somos.

    Corre conmigo de las manos con la luna
    ahora que nos queda de mozos un poco.
    Te invito a bailar tomados de la noche
    y antes que el alborear vele nuestros ojos
    hayamos recontado cual tonadas las estrellas una a una .

    Se que es mucho pedir a la normalidad,
    y si acaso una clase de utopía
    que sirva como excusa a la fragilidad
    para febril invención de la alegría.

    Allí donde las palabras se esconden
    no existe fondo para la inmersión de la musa,
    hay si un peculiar rasgo de familiaridad
    algo que se requiere que en el mismo instante moriría.

    La huella indistinguible
    en cada hechura para la que no existen los extremos
    el sesgo incoloro invisible
    un rincón del universo en el que todos cabemos.

    En el modo en que esta inclinación sirva
    al descarrilamiento del rígido sentido
    de poder amar en carne propia, en acontecer vivo.
    Y aunque el recuerdo de aquello que no volverá a ser
    se me antoje así de implícito así de nítido…

    Si es posible pasar de largo,
    ojalá y sea de la nebulosa
    que no hay por aquí quien se haga cargo
    ni quien pueda por ahora
    encender el faro responder otrora.

    Tendría que despojarse de algo.
    Mejor de la intuición,
    para que el porvenir por fin sea libre,
    para que la libertad salve la ambición
    de cuanto hace al hombre simple.

    De a poco se ha ido llenando este colmo de convencionalismos,
    como una historia a la que el final le fue negado,
    en el deambular de la perenne búsqueda
    de querer hallar cada vez menos de lo mismo
    y soltar más de la espiritual cuerda.

    Extraña colación la claridad es un evento crítico
    donde la materia es desplazada hasta el extremo
    y la mente crece a expensas de todo lo finito.
    Qué que fuese deseable probar sin detenerse
    más que la vida que ensoñeció al recuerdo.

    En contacto con el viento
    la palabra desaparecida
    el hito que la erosión del pensamiento
    transformó en poesía.


    II

    La espira que compite por llegar antes
    es el impulso que al placer impele
    si es que terminar sola no quería.
    Todo su magnetismo es movido por la fluidez de los amantes
    por eso jamás vagará sin compañía.

    Vida invisible que nos has dotado de ojos,
    mojar los atardeceres
    coqueteo que haces al ocaso,
    cada gota que toca la tierra
    es la caricia que hace del torrente
    lo que la piel durante el orgasmo.

    Aquello que no pertenece al momento
    es la misma decisión que al mundo acaba de cambiar,
    por haber armado la sensibilidad
    con los muelles más flexibles con los más conexos :
    esos que la pasión desata del tiempo
    para devolverlos a la instantaneidad.

    Quién puso al hombre límites
    sin siquiera haber aparecido,
    mucho menos haberlo enviado a ningún lado.
    Hasta aquí llega el gironazo
    en su virtual emprendimiento hacia lo desconocido.

    Necesito la pizca de gravedad
    que conserva intacta la porción visible del alma,
    soltar a la brisa toda brevedad,
    dejar escapar cual sierpe venenosa a la palabra.

    Sería preferible no decir nada
    y tener que permanecer callado para siempre,
    convertido en fosa vaciada de ruidos
    en hueco para la sideral intemperie
    en vástago de otra clase de oído.

    Otra muda estrofa que vaga por mi cuenta
    que trae conchas de moluscos pegadas al costado consigo,
    raíces de árboles que han envejecido.

    Pero aún queda tierra para rato,
    casa eclipsada por el sol caparazón de azul cielo
    hartas fuerzas para procrearlo
    para despegar del suelo.

    No vale la pena desistir
    si solucionar el dolor es reto humano
    puede que resulte menos difícil convertir
    el granítico pasado en utilitario cuenco
    donde poder machacar el remedio dado.

    Si existe algo que salvarse merezca
    que sea lo inalcanzable de la conexión
    lo insondable de la grandeza
    lo admisible de la negación.

    No puede haber principio que parezca
    que del fin se ha divorciado.
    Una vez que el error ha sido conservado
    surge la posibilidad de que cualquier cosa suceda.

    Está en el lenguaje la sombra de la imperfección,
    la maravilla ávida de lo subjetivo,
    la mente que persigue ciega el resplandor ,
    por haber brotado ya del sueño mal habido
    convertida en transparencia para la visión.

    Qué podría ser más digno de temer oír
    que la última que la propia decisión.
    Ojalá y fuera para saber a dónde ir
    antes de que el amanecer decida
    mostrar la cara a un nuevo sol.

    Cuanto fluiría entonces la existencia,
    si se apartara finalmente el “yo”,
    si aquello que resulta divino tomara equilibrio
    en vez de consistencia y dura desaprobación.
    Sin embargo, cada expresión de acuerdo a su naturaleza,
    cada hechura con su particular mortaja con su cruda aspiración.

    En el camino no pretende el obstáculo ser maleza,
    en tanto se deba llevar un sable en cada mano,
    es del verdor lo que mejor alimenta
    pero no lo que nos hace ser humanos.

    Y aunque un millón de de golpes apenas basten
    para desclavar de la cruz a la consciencia;
    seguirá resultando incómodo caminar en dos patas,
    tomar las formas por la punta
    recoger la mies sin ayuda
    contar cada dureza cada punzada una por una.

    De chicos la enseñanza surte de la advertencia
    que con cada estaconazo se va evidenciando el mundo,
    y con cada apego la ruta hacia la pérdida.
    No será posible entonces convalidar el rumbo
    si antes no hubo una partida.

    III

    Entre las dificultades del maestro:
    encontrar al verdadero discípulo a su propia tolerancia
    que la cautividad de la atención no parezca un secuestro,
    arrebatarle el manantial de luz a la ignorancia,
    arreglar entre la razón y la locura un encuentro.

    No se llegarían a contar las semejanzas
    que el poder de la transformación cambiar intenta,
    en cada rostro que la muerte alcanza,
    en su acometido afán por extinguir la mueca
    y terminar con el perfume de las lágrimas.

    Nunca será tarde el arribar ahora
    sólo para percatarse de los retrasos y las ruinas
    que la ausencia del amor provoca.
    Cuando la liberación del destino haya borrado tantas idas
    y el porvenir en las cimas nos aguarde.

    Vendrán en bandadas las risas
    para alegrar con otros colores el paisaje.
    Volverán las cuerdas a templarse,
    y a ponerse a prueba la resistencia de nuestras conclusiones.

    Irá por cuenta del aire
    todo aquello que de libertad se sueña,
    y mientras la constancia se vale de certezas,
    la inteligencia insistirá en seguir amansando sensaciones.

    No tendremos que volver a recoger las piezas
    que la separación ha disgregado,
    lanzando las historias a una profundidad sin filtraciones.
    Si es aquí donde comienza
    la ingenuidad a parir canciones.

    El día y la hora poco importan
    cuando se trata de realizar la limpieza.
    Se necesita menos de lo que se bota
    ya que todo lo terreno por inseguro pesa.

    Qué ha estado pasando tan rápido
    para que apenas empiece a notarse que algo se ha vivido.
    La corriente que brota de los ríos
    corre por la sangre antes de uno haber nacido.

    Eternamente va madurando el corazón
    ensayándose en cada apresurada emoción
    contundiendo contra cada cosa que favorezca la traición
    recibiendo sutura solo del amor.

    Si no hubiese más que carne y hueso
    con que otra cosa poder alimentar a la bestia.
    Si es que se consigue aprender a pensar de nuevo
    mucho más que palabras se obtendrá por respuesta.

    Eximido logro socorrerse con letras.
    Aquí los fluidos que circulan por el interior del cuerpo
    mezclan la pintura que en mis ojos fueron acuarelas,
    componen una música que por el lápiz vierto.

    Mucho de lo que todavía queda por decir es poco
    comparado con lo que ya se ha hecho,
    y sin embargo, parece detenido el firmamento,
    las estrellas inalcanzables en este paralelo,
    lo inachicable que se desborda del momento.

    Ojalá y haya amor suficiente
    para cuando lo que más se ama parta.
    o por lo menos una puerta abierta para que entre.

    Puedo percibir el hundimiento
    es lo inútil cuanto desvanece
    desencarnado el sentimiento
    mientras de lo sutil evanesce.

    Mosto hecho de condensadas impresiones,
    salivadero inagotable vuelta hacia el comienzo.
    Revertir un instante sería para componer suficiente
    un universo en dirección del nacimiento.

    No importa ya cuan concluyentes
    se hayan vuelto las historias los inicios.
    Para quien nunca antes hubo bocado que comer más rico
    está todavía por concebirse la delicia.

    Y una vez probado el dulzor de la vida,
    a qué otro lugar acudir se querría.
    Nunca se prepararía para la partida
    quien aquí a vivir se quedaría.
     
    #1
    A Pincoya76 le gusta esto.
  2. Pincoya76

    Pincoya76 Leyenda de mar.

    Se incorporó:
    15 de Diciembre de 2016
    Mensajes:
    8.555
    Me gusta recibidos:
    8.602
    Género:
    Mujer
    Debiste ponerla en obra maestra.

    Es lo más lindo que he leído.
    Tienes el don de transmitir emociones al lector.

    Bravooo!!!
    Un abrazo insular.

    Felíz tarde poeta!!
     
    #2
  3. PANYU DAMAC

    PANYU DAMAC Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    4 de Febrero de 2008
    Mensajes:
    429
    Me gusta recibidos:
    47
    Feliz tarde. Muchas gracias por pasar por aquí...
     
    #3
    A Pincoya76 le gusta esto.
  4. Pincoya76

    Pincoya76 Leyenda de mar.

    Se incorporó:
    15 de Diciembre de 2016
    Mensajes:
    8.555
    Me gusta recibidos:
    8.602
    Género:
    Mujer
    De nada gracias a ti por compartir tu linda poesía.
    Más abrazos de mar.
     
    #4

Comparte esta página