Descubren un nuevo mamífero

Catorce y medio,
mamado para quince.

Cuanto peor se viene,
más cerca esta la cama
Anoche fue colchón,
hoy día: esta vereda.

Umbral del sueño,
“Tengo que llegar”
Concentrado.
Una gota de sangre por cada litro de vino.
Me siento caminante cetáceo.
Otra vez se nos fue la mano,
tomamos como para tres personas.
Echaría un chorro por el lomo por secarme,
si pudiera.

A algunos se les da por llorar,
a otros por pelearse,
a este tronco por dormirse en cualquier parte,
ronco de haber cantado toda la noche.
Todavía recostado tararea.

Si me ves,
poneme un cartel de “no me lleve”
para los basureros.
Y el despertador a las siete,
para pasado mañana.


(Catorce: En la quiniela argentina: "el borracho". Una extraña creencia le adjudica números a los sueños. Es decir, cuando uno sueña un borracho, o un sueño en que está borracho, debería apostarle al día siguiente al Nº14. No sé si esta "creencia" se da en otras partes. A pesar de la universalidad del borracho, mamado, beodo, machado, ebrio, curda, encurdelado)