Desde la ambulancia:

Hoy sali de mi casa,
al igual que otros dias normales,
con mi bolsa al hombro y mis carpetas laborales,
poco antes estaba degustando un delicioso desayuno,
una ducha tibia y energizante,
y los besos cálidos de un dulce amor,
iba mirando los escaparates de vidrieras en reforma,
largas colas de manequies exhibiendo larga variedad de prendas,
cruce varias avenidas y calles circunstanciales,
en un momento pude sentir que mi vida se deslizaba de este mundo,
con un golpe seco de tibia perfeccion,
un auto mi persona embisitio,
zigzagueando venia cual animal herido,
estoy en el suelo,
el pavimento esta caliente,
el sol lo ha mantenido asi desde ayer,
siento mi ropa pegada a la piel,
pero me es difícil sentir mi cuerpo,
solo se concentra este dolor inmenso,
y la sensación de la sangre que brota de mi interior,
tratan con dulzura de asirme de la camilla,
me suben a la ambulancia,
ya casi solo veo sombras,
siento una mano que toma la mia,
la aprieta fuerte y me dice,
tranquila,
no temas,
pero mi pecho duele,
mi corazón late cada vez mas lento,
la sangre pasa ahora por mi boca,
no me deja respirar bien,
estoy asustada,
lo peor de todo no seria que me valla,
lo pero de todo es irme acompañada,
No es justo,
yo sola no importaba,
Pero,
el,
mi bebe no tiene la culpa de nada,
hagan algo,
no puedo,
no debo irme,
sin antes darle el don de la vida.