Desde la asfixia

Desde la asfixia

Desde la asfixia,
he encontrado alas,
he descubierto amores,
he disfrutado esperas.

He visto peones dama cianóticos,
mecánicos jaque mates ciegos,
en la muerte ciega,
en la cama pleura.

Flores fucsias de corta inspiración,
para vociferar epítetos soeces,
en labios de furiosa libido,
en piernas de obcecada quietud.

Adolescencia de músculo atónico,
glotis de arroz,
en sueño de inconciencia,
en despertar de peine.

 

Éste está para una nominación a los Academy Awards. Saludos cordiales, Cristian Camila.

 

Se refiere a la época en que fui voluntario de un hogar de discapacitados de la vías respiratorias, todos adultos.

 

"Conocí" a una kinesióloga que se dedicó por más de una década a las infecciones respiratorias agudas y de un salto emigró a la biomecánica; destruyendo todo a su paso. Jajajajajajajaj
Saludos cordiales.

 

Quizá haya visto necesidades biomecánicas para los pacientes.

 

Tu agudeza ya no me sorprende.

 

Pasa que al estar ese tiempo, supe lo peligroso que era un corte de energía o que un pulmotor se parase. Eran tanques donde el paciente estaba sólo con la cabeza afuera. Este año, en la Argentina de Macri, murió un chico electro dependiente cuya madre no pudo pagar la factura de electricidad y se la cortaron sin aviso, en cuyo caso, supongo le habría pedido un cable a un vecino.

 

Bueno, agradezco tu comentario, y ya debes suponer que frenaste en seco la liviandad con que venía comentando. La tragedia unida a la negligencia siempre amalgama al dolor y la impotencia.

 

No, nunca frenaría en seco a un amigo. Tus comentarios me parecieron pertinentes.
Además, sniff sniff buaaahaaahaaa, sigo sin poder usar mi blog.

 

Y que decirte? Me despido. Suerte.

 

Un abrazo.

 

Un buen poema, un placer leerte.
Un abrazo fraterno poeta.