Desde mi ataúd.

Muchos se acercan a verme
tal vez a decirme el último adiós
con tristeza en sus ojos
y el llanto en la garganta,
otros simplemente llegan
para ver como he quedado.

Mi cuerpo frío y rígido
metido como en una capsula
un vidrio protege mi rostro
y una cama que durara mi eternidad,
todos me llenan de flores
dicen tantas cosas buenas de mi
que ni yo mismo me las creo
nunca lo hicieron cuando estaba vivo
¿entonces por que hacerlo
cuando ya estoy muerto?.

No abraces mi ataúd
cuando nunca abrazaste mi cuerpo
No digas que me quieres
cuando nunca me prestaste atención
no hay motivo para demostrar tus sentimientos
cuando ya no puedo levantarme;
viviré en el recuerdo de muchos
tanto amigos como familiares
en aquellos amores que fueron míos
mujeres hermosas que me dieron alegría
momento gratos y divertidos.

Ahora tengo que irme
me llevaran a otro lugar
mi cuerpo se ira a la tumba
pero mi alma se quedara con Dios.

Gonzalo A. Peña R.

 

Gran creatividad para recrear ese instante temido por tantos pero que nos ha de llegar a todos. Felicitaciones por este estupendo trabajo, compañero de letras. Un abrazo

 

Me gustó tu poema...lloramos por nosotros mismos más que por el que se va...así es...

 

Estimado poeta muy bella forma de plasmar esa tan aterradora forma de vernos en un ataúd en verdad. Me encantó la manera mágica de crearlo.

Saludos

Fenixx36

 

Me gustó tu poema, Gonzalo, es muy cierto todo lo que dices....así suele suceder. Felicito tus letras y te dejo mi cordial saludo.

 

Gracias a todos por sus comentarios, un abrazo lleno de cariño