Desde que marchaste

Desde que marchaste, ya no
huele a paso-doble ni a esmeralda
los sollozantes pulsos. No me apetece
rebelarme contra todo lo que no sea yo
mismo, ni quiero imaginarte suspirando...

Desde que me abandonaste, saben a madreselva
las ideas de tu recuerdo, se abandonan por no competir
los placeres y muerde más que el viento el silencio
del costillar. El frío de besarte sudoroso en la oscuridad
de las cuatro de la mañana flagela al ansia de pisar fuerte.
Me hace quedar a tres segundo de la honda respiración.

Vivía un escalón por debajo hasta que aprendí a imaginarte
constantemente.

 

Profunda y sensible inspiración amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Gracias por pasarte...

 

Y tras ese vacío se aprende a deshacer lazos, a desaprender todo cuanto elevó al alma de muchas formas. Comprender exactamente la dimensión de nuestro cuadro de vida y posicionar con su justo tamaño al ser que una vez inspiró tanto.

Grato placer pasar por tus letras Troto
Saludos hasta tu espacio
Camelia

 

Creo que no. En mí caso, aprendo a amar solitariamente.

 

Hermoso poema, un placer leerte.
Un abrazo fraterno saludos poeta.

 

Gracias. Un saludo.

 

Gracias amable poeta.

 

Muy amable como siempre. Un saludo.

 

hasta que te acostumbraste a vivir sin ella... me recuerdas a Arjona.. jejej

saludos Troto amigo..! Quizás no me reconozcas, estoy calvo y barbudo.

 

Gracias poeta. Calvo y barbudo, vaya. Ya te vi aunque cambiaras de foto.

 

Bella melancolía para un hermoso poema de amor bañado de nostalgia. Un abrazo amigo Troto. Paco.

 

Gracias poeta. Como siempre un enorme placer tenerle por mis letras.