Desde un fondo de clara corriente (alejandrinos)

Pasea por el puente mi cuerpo reflexivo
y observa una corriente con destellos que brillan
en colores de bronces y diamantes que fluyen;
luz del sol emanando de un fondo en canto y piedra.
Es cauce que adolece cuando uno ya no es joven.

Vuelvo a la infancia y miro otra vez la memoria,
a mi aldea por brazos de montes recogida,
abnegada a tejados que desean el suelo
y a paredes que abrazan ventanas que preservan
al frío de un fuego que vuela del cielo a un niño
que derrama la vida en sus versos y escritos.


Y levantan las nubes mi cuello y me hacen ver
lo rotas que navegan hacia el final de mí.
Soy el semicírculo del fin del horizonte,
donde caen los sueños que lancé en la niñez.

Hoy solo tengo reflejos que titilan las aguas.
Hay un chopo varado por la escasa corriente,
como esqueleto viendo la entrada del nicho
y de raíz aferrada al aliento de ayer.
Extrae sus manos de ramas blanquecinas;
es un grito de auxilio por la muerte que viene;
una vida arrastrada sin luchar ni querer.

Me mete el árbol dentro de una mente finita
y comprendo que fui una gota de tiempo,
disipada del cauce de sueños imposibles,
para viajar por soplos de unos vientos ajenos
y arrojado de nubes que viajan a horizontes
que jamás alcanzó mi esperanza abatida.

Sé la parte que soy dentro del universo:
soy diminuto, como la gota que reluce
en colores de bronce por los cauces de un río;
soy frágil, un insomnio viajando por los aires
que arrastra la corriente de los vientos ajenos;
soy el chopo atrapado en pilastras del puente,
temeroso del nicho que van viendo mis ojos.
Y me quiero aferrar al hoy, pero la tierra
ya es tejado y ventana y pared y montaña,
y me entierra a mi frío, separando el calor.

Quedarán los recuerdos y mi nombre caído,
atrapado por siempre por las letras de aldeas:
esos versos que surgen de ramas de relámpagos
y que vienen del cielo que jamás alcanzamos.

 

Profundos versos y bellas imágenes amigo...ha sido grato leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Évano, es tan intenso el amor que sientes por lo que te rodea que te hago una loa, loa de amor ahora y siempre.

 

Ohh, es un paisaje bellísimo!
caminar nos arroja a esos sitios tan hermosos...
sea feliz, sr poeta Évano

 

¿El río te habla? Creo que debo agradecer la forma en que miras a tu al rededor, porque tus letras trasladan a ese paisaje y pensar en esa gota, el mundo y el infinito. Un abrazo pues no se en gotas o tal vez infinito. jejeje

A ver si ahora si me dejan darte reputación

 

Muchas gracias, señora ,Darkness, por su lindo comentario. Muchas gracias, Birbiloke, por esa loa de amor que tanta falta me hace. Muchas gracias, Alexiz, por su lindo pasar y comentario; y muchas gracias, querida Ethel, por ese abrazo de gota infinita y por meterse en mis paisajes. Un fuerte abrazo a todos, amigos. Se les saluda afectuosamente.

 

Buena obra nos dejas, siempre es grato pasear por el ayer y ver batallas épicas que nunca debieron ser.
Un placer, feliz semana.

 

Un bellisimo, delicado y exquisito poema Sr. Évano la profundidad del poaisaje , de sus metáforas y el contenido es magnífica. Felicitaciones y saludos poeta

 

Un triste poema, profundo y de gran lectura, pues lo disfruto de principio a fin, sabes llegar a los ojos con belleza en los paisajes que logras, emotiva inspiración amigo, felicidades. Abrazos.

 

Paso a saludarlo estimado y le comento que su obra es muy buena, imágenes que atrapan y nos sumergen en divergentes sentidos
Una obra digna para ser disfrutada
Abrazos gran poeta y escritor

 

Un poema con cuerpo y sabor como un buen vino, estallan todos sus matices al leerlo. Lluvia de metáforas, imágenes y reflexiones excelentes. Saludos

 

Muchas gracias, señor Gavase, Rubgy y Danie, y señora Nancy, por sus visitas tan agradables y comentarios que he leído con atención y que agradezco en profundidad. Se les saluda afectuosamente.

 

Muchas gracias, Loren, por su comentario tan bonito. Se la saluda afectuosamente.

 

Qué belleza de poema, Sr. Évano. Realmente un poema maravilloso. Me gusta todo, pero especialmente esta estrofa.

Sé la parte que soy dentro del universo:
soy diminuto, como la gota que reluce
en colores de bronce por los cauces de un río;
soy frágil, un insomnio viajando por los aires
que arrastra la corriente de los vientos ajenos;
soy el chopo atrapado en pilastras del puente,
temeroso del nicho que van viendo mis ojos.
Y me quiero aferrar al hoy, pero la tierra
ya es tejado y ventana y pared y montaña,
y me entierra a mi frío, separando el calor.

Aplausos y reputación (si me deja la máquina, claro). Un abrazo.

 

Muchas gracias, señora Mariam. Este poema me ha costado un par de días y muchas remodelaciones (y no sé si ya lo dejaré tal como está), por lo que le agradezco enormemente su comentario y su detalle. Se la saluda con un par de abrazos, uno para Huesca, la que me gustaría visitar algún día.