Deseo del eterno difunto

Cuerpo exánime, eternamente inerte de alma, impreso en el fuego
cenizas volando libremente, placer único
libertad anhelada en funcionamiento tortuoso
obstinación por el placer de terminar o comenzar calcinado
para que escazas partículas buenas fertilicen la tierra,
para que excesivas partículas malas se pierdan en el espacio.

Siempre sólo, no quiero panteón
rodeado de mucho muerto no es mi opción,
perpetuamente egoísta pensamiento hasta la última quemazón;
cementerio para el vivo, hoy muerto,
ni osamenta para el muerto que no vivió.

Más duro que el esfuerzo corpóreo no es la cremación
sublime despedida para él, que nunca habitó
honrosa despedida para él, que nunca habitó,
malaya muerte si el diablo apaga el fogón.

Pumayawri Sapaki
Cuenca, 24 de marzo de 2009.