Deshabitada

DESHABITADA
A ti
te debo las risas
que le he robado al mes de agosto,
te debo la noche estrellada
la ausencia que arrulla
mi soledad partida en dos;
te debo la ilusión de un amor ajeno,
de un sol a medias
de mis ojos rotos,
de las manos que acarician
mis penas que bifurcan
este bosque despeinado que soy,
en el que habito.
Juego con las aves, bailo con el viento.
En mis praderas solo yo
veo parir las constelaciones,
solo yo, conozco el idioma de las flores.
Me alimento de luciérnagas
de gardenias y margaritas
bebo del rio de mi infancia
acaricio con recelo
las imágenes que desfilan por mi mente.
Siempre arena, siempre niña.
Siento la humedad de la tierra
recorrer mis venas,
descubrir mis secretos.
Me acaricio el alma
por que solo yo, sé de mis duelos,
de mis miedos más oscuros;
solo yo, sé como apaciguar
esta tormenta que me persigue
Llueve,
llueve siempre en esta ausencia
He llorado lo suficiente
como para hacer florecer
esta primavera.

(Niña golondrina)

 

Bella voz.

Hermoso poema.

saludos.

 

La vida es tierra, agua y sol.
Ser cumbre o meseta,
bosque o desierto,
marisma o playa,
abismo o arrecife...
hay tantas opciones
donde acariciar el amor.

Saludos niña golondrina.

 

Triste pero hermoso poema! Saludos.

 

Bello poema, lleno de intensidad, que nos dejas plasmado en hermosas imágenes, mis versos favoritos,"el bosque despeinado que soy yo"/"conozco el idioma de las flores"/"llueve siempre en esta ausencia" disfruté el pasar verso a verso por este deshabitado y triste recorrido. Un abrazo para ti, desde mi lejana Patagonia Austral, Ecos.