Desolado

Adicto a la miseria que provoco
cultivan sus desgracias mis lamentos
y agónicos me asaltan sufrimientos
nacidos de un dolor que palpo y toco.

Yo mismo mis tragedias las invoco
dramáticas y amargas de momentos
formando en sus penurias pasos lentos
mi cuerpo demencial y ojos de loco.

Por nada de valor mi ser suspira
sin fe ni convicción que lo ilusione
estéril a la vez que devastado.

En blanco mi esperanza nada mira
y yazgo en una fosa donde pone
que muero entre mis culpas desolado.​

 

La culpa es un castigo terrible, pero seguro que hay alguna vía expiatoria.

Saludos amigo.