Despedida

Cayeron en la tarde las palabras,
con el tono inexorable, de tu acento.
Lo que ayer habia sido un juramento,
hoy fué la despedida mas amarga.​

te escuché, y comprendí que encasillada,
tu alma pedía rumbo y horizonte.
Callé mi dignidad, como los hombres,
y me sentí morir, mientras hablabas.​

Te acompañé al camino que anhelabas,
te besé, te dejé ir, con mi alma muerta.
Entré. Cerré los ojos tras la puerta.
Golpearon, Abrí... y allí estabas.​

Marino Fabianesi​

 

Un ritmo increíble va en estos versos. Excelente, poeta!!!!!!

 

Gracias Salvador, es un gran halago haberte recibido en esras humildes letras, espero que en este año que comienza, nos unamos aún mas en este reconfortante oficio de escribir. Aún no pude encontrar tus cuentos. Pero no claudico.
Marino

 

realmente es muy bueno. me gusto mucho!
un saludo!

 

Gracias Jravelar, es una alegría tu visita, espero que nos volvamos a encontrar pronto. un abrazo.
Marino

 

Siempre son tristes las despedidas, pero esta no lo fue porque estaba alli para seguir junto con vos el camino...
Bastante fluido tu poema.
Saludos

 

Así es Mimí, Ha sido un suceso de los tántos que nos pasan. que he querido dejar plasmado en verso. Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo de Poeta a poeta.
Marino

 

Marino: tus poemas tienen mensajes muy profundos, además de estar tan bellamente conformados, tienes un talento increíble. Me gusta éste en especial que habla del amor sin cadenas que es el que mas ata ciertamente.

 

Gracias Clara, eres una mujer especial. No sabes lo que es para mí, que tú , con el talento que tienes, valores lo que humildemente yo pueda expresar.
Espero estar a la altura de las circunstancias en lo sucesivo.
Marino

 

"...Lo que ayer habia sido un juramento,
hoy fué la despedida mas amarga..."

Como si acaso en el amor, los juramentos existiesen.
Me encanto tu poema, una intensidad agradable pero a la vez triste, felicitaciones por tu escrito, fue un placer leerlo.

 

Gracias poeta, desde el momento que conozco que te gusta Bécquert, imagino tu gran sensibilidad. Yo, he crecido leyendo su inmortal poesía.
Te agradezco nuevamente.
Marino