Despedida

Unas décimas haré
a todos mis compañeros
a últimos como a primeros
con gusto dedicaré.
Sinceramente diré
que al ser una despedida
esta señal de salida
tarde o temprano has de ver,
conoceros fue un placer
en esta etapa vivida.

Miro y contemplo la vida
cómo se pasa volando
mientras me voy alejando
de la celda de partida.
Porque, aunque está permitida
volver la mirada atrás,
no podrás ir nunca más
a la casilla primera
y el que no lo comprendiera
no lo ha de entender jamás.

No pienses cuando te irás
ni donde acaba el camino
porque quien busca su sino
quizá es que perdió el compás.
Piensa solo en lo que harás,
no que debiste haber hecho,
pasado una vez el trecho
no es sustancioso querer,
intentar poder hacer
lo que no fue por derecho.

Sintiéndome satisfecho
de la vida y su bonanza
llenándome bien la panza
me hice un hombre de provecho.
Aunque tuve algún despecho
lo intenté pronto olvidar,
quien salte en un muladar
se ha de terminar manchando,
por ello fui caminando
despacio y sin vacilar.

Con la luz crepuscular
que ilumina mi partida
me marcharé como un druida
de bardo a otro lugar.
Espero el aura lunar
me guie por el horizonte
como al vuelo del sinsonte
que libre surca los cielos,
para cumplir mis anhelos
hasta que quiera Caronte.

Aunque con la edad se afronte
la natural consecuencia
busquemos en la experiencia
formas de subir el monte.
Usando un simple remonte
te puedes dar el placer
desde lo más alto ver
con el máximo detalle
la verde fronda en el valle
comenzando a florecer.

Y si volviera a nacer
traería en mis convicciones
todas las mismas razones
que fueran de menester.
Guardaré con mi dossier
gotas de sabia experiencia
que junto con mi conciencia
hizo de mí una persona,
tímida, algo socarrona,
y que actúa en consecuencia.

Si quizá notáis mi ausencia
cuando el silencio se corte,
pensad que a la Sierra Norte
se fue mi clarividencia.
Como brujo en consecuencia
os quiero pronosticar,
todos vais a prosperar
porque así lo ha decidido
la güija que ha trascendido
por su forma de acertar.

Pudiendo ser peculiar,
soy muy fiel a mis amigos
y con pocos enemigos
aquí o en cualquier lugar.
Por ello quiero dejar
constancia de mi pasado
y apelando a mi legado
mando muestras de mi afecto
a aquellos que en mi trayecto
alguna vez han estado.

Sintiéndome afortunado
por todo lo compartido
quedo muy agradecido
por este tiempo pasado.
Lo malo quedó olvidado,
lo bueno no olvidaré,
por ello os mandaré
mi sentimiento profundo
y aunque deje vuestro mundo
en el alma os llevaré.

 

¡Vaya Antonio! ¿Quieres decirnos que abandonas Mundo poesía? ¿o solo es un adelanto de lo que puede suceder cuando tengas que partir al otro mundo?

Excelentes espinelas has utilizado para ello incluyendo buenos consejos además de los saludos a todos los amigos que son muchos. Aún tengo a la vista tu primer libro con la dedicatoria.

​

 

Ja, ja, ja, disculpa maestro las risas, la verdad que tendría que haber indicado en el título o en el prólogo del poema que la despedida es a mis compañeros de trabajo que les dediqué el día de mi jubilación.
En Mundo Poesía podré estar más o menos activo, según el momento y las circunstancias, como tú has podido comprobar durante todos estos años, pero la intención de abandonarlo nunca ha pasado por mi cabeza, por lo tanto, espero y deseo seguir compartiendo este espacio del cual he aprendido y sigo aprendiendo tanto, muchos años en tu compañía y en compañía de todos los demás.
Un abrazo.

 

Así es estimada Guadalupe, estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque nuestros pudores y temores, muchas veces nos digan lo contrario.
Muchas gracias por tu visita y bello comentario.
Otro fuerte abrazo.