Despertar

Siempre he pensado que unas pocas palabras nos pueden decir mucho de una persona…
Bueno me gustaría que me conocieran un poquito más, por eso quiero compartirles esto.


“Papá, ¿Dónde esta mamá?”, me preguntaste dulcemente en cuanto abriste tus ojitos y me viste a tu lado…. Yo no sabía que responderte, la herida en mi corazón estaba recién hecha, se encontraba allí, latente, quemándome muy lentamente, no lograba ni siquiera yo asumir la realidad y me tenías a tu lado, sin saber que decirte, amor solo tenías seis años, no podía responder la verdad, mis lagrimas, que estaban apunto de caer de mis ojos te alarmaron, “¿Qué pasa papito?, ¿Por qué lloras?”, me cubrí el rostro con las manos, me sentía tan débil, tan masacrado por la miseria que sería mi vida sin ella, porque no era lo suficientemente fuerte como para ser un buen actor y simular tranquilidad, porque estabas tú, mi niñita, con tus lindos ojitos castaños mirándome, no dijiste nada. Me pregunto que habrá pasado por tu mente en ese momento, lo único que recuerdo es el calor de tu cuerpecito junto al mío, tus lindos bracitos tratando de rodearme todo el cuerpo, “No llores papito… no vez que a mi también me va a dar pena” , me partiste el alma, no me pude controlar, llore como un niño a tu lado, te abrasé muy fuerte, continuaste callada, tus labios se acercaron a mi mejilla y allí se quedaron, cuando nos separamos y nuestros rostros estaban a la misma altura note tus ojos algo hinchados, te limpiaste una lagrima con un suave movimiento de tu mano, acurrucada en mis brazos, te acuné como lo hacía cuando eras tan solo un bebe, me sonreíste, de apoco note como el cansancio volvía a tú cuerpo, comenzaste a dormirte, a viajar a un mundo maravilloso, lejos de la realidad, un lugar que solo tú conocías, y que por el momento era mucho mejor que el de esa sala blanca de hospital, “¿Papito, cuando vendrá mamá a verme?” fue lo último que dijiste antes de rendirte frente a el sueño…”