Después de muchos bailes de disfraces...

Terminó la obra de teatro.
Podemos relajarnos,
y hacer la primera comunión.
Ciclos de nacimientos y muertes,


por siempre.


En los cuáles, la meta es la búsqueda.
Haciendo hincapié en la Sabiduría,
para que la gente,
no vaya tanto a lo suyo, sino que socorran


al caído, si es que están todos, en pie.


Pero está claro que es paulatina,
la evolución de las tribus y estirpes,
y que a cada individuo,
le llega el Momento propicio, para su


auto-revelación.


Alcanza el clímax de su película
de cine, y se aproxima al compañerismo,
en la escuela universal.
Escogiendo, esta vez, el oficio de guionista,


y no tanto, protagonismo, que le hizo sufrir.


Dispuesto, entonces, a parir
personajes de cuento de hadas,
desde los secundarios, hasta el antagonista,
o el papel principal.


Pero siempre habrá un apego.


Algo de lo que no puede carecer.
Y una dignidad: La tolerancia
encontró sus límites. Pues no dejarás
que otro te haga, lo que tú no le harías a él.


¿ Por qué incendiaría ese hombre, tu vergel ?

 

Gracias a los dos, por apostar por mí.
Creo que merezco un aplauso, con las manos en la nuca.
¡ Plaff, plaff ! Me gusta mi nuca.