Desquebrajando el cerrojo

Rayas progresivas, medias sucias
Cuadros degradados, arte sedentario
Silla que se traslada
Antigüedad en servicio del futuro

Tejidos del tiempo, memoria de la formalidad
Cobijan flores, que se intercambian por frescura
Cultura aislada, intento de personalidad
Encaje de anarquía

Cuelgan la burocracia y la fineza
Cargan en su espaldas expediciones
Sabor a conformidad
Temperas con olor a rebeldía

Camufladas por una gorra ebria
Encima de una manzana
Manzana con agujeros, avenida del cambio
Gravedad del mochilero que regresa

Máquina que se apaga
Y en el humo de su destrucción
Se crea una adicción
Y se instala un nuevo futuro

Planta que mira su fruto
Botones diminutos que se animan
Son los aires de fiesta
Que preparan las perchas del roedor

Antes su cuarto de tortura
Menos antes, su templo
Ahora procesador de cultura
Mañana gestor de migajas, pero hay que escuchar al tiempo....

 

Muy elocuente tu poema. Me ha evocador un mundo peculiar.
Un saludo cordial.