Destiempos

otro más al foso de los olvidos​

Sigo sin comprender...
Las cosas con pantalla y teclados
son para mí como el caldero de Merlín:
me hechizan y me invitan a interpretarlas.
Qué afortunado que me sucedan estas cosas a mí
que nací entre luces de candelas de cebo
y crecí al amparo de la bombilla de Edisson;
y ahora me deslumbro, sin quedarme ciego,
con las luces del plasma fantasmagórico
que ya no se conforma con iluminar los rostros:
que te habla, te saluda, y a veces te dice que te ama.

 

Estamos en la frontera de lo nuevo... si tomamos la bombilla de Edison (29 Oct. 1869) y las Lap Top´s de bolsillo... nos quedamos en medio.

Interesantes líneas Melquíades. Gracias por compartirlas.

Un abrazo.

 

La verdad que todo avanza y sorprende. Creo que pronto nos veremos por hologramas!!

Un poema reflexivo y real.

Un gusto leerte Poeta

Cordiales saludos

 

Déjame decirte que yo nací en un pueblo marginal de Chiapas al que llegó la luz eléctrica cuando tenía ocho años, Recuerdo que los chiquillos veíamos como espectáculo de circo a los operarios de la cía de luz estatal cuando erguían los postes negro por el chapopote y luego tensaban los dos cables que llevarían la luz eléctrica a los domicilios. Era un verdadero lujo, algunos vecinos no pudieron pagarla y en sus casas siguió iluminando el candil de petroleo. Esto fue allá por 1962 más o menos, un siglo después de que brilló por primera vez. Saludos amigo

 

Un gusto leerte Poeta

Gracias por tu comentario Mariela. Recrea sí muchos aspectos de nuestra vida tan modificada en brevedad-

Cordiales saludos

 

Mis desencuentros con el facebook testimonian mi indigencia ciberneturgica

Un abrazo bella.