Desván.

​

Tan triste la tristeza sostenida
por los clavos que sujetan tus jirones
que no llega la luz al Alma,
se pierden las perlas en el río.​

Tan llena la copa de las lagrimas,
que rebosan, se hacen viejas
que suspira la codicia del que
quiere tus penas conservarlas.​

Llanto de fulgor incorregible
tanta desesperación entre cortinas,
que caen de olvidadas y mezquinas,
entre los pliegues del absurdo.​

Rabia mansa ya entre lutos
que dejaron la pelea en un estante
del oscuro y terrible
desván.​

[COLOR=green]Rosario de Cuenca Esteban[/COLOR]​

 

Rosario, describes la tristeza de la soledad de los recuerdos, abandonados como un estorbo en un estante del desbán... de una manera tan divina, que casi, quisiera convertirme en tela de araña, para acompañar cada resto de tu existencia.

Gracias por tan maravilloso poema, desgarrado y lleno de olvidos pequeños

 

El desván de la memoria a veces se llena de telarañas que lo convierten en un sitio sombrío, basta encender la luz y recorrerlo con ese paso firme y melodioso que nos ilumina la vida. Hermoso y triste poema, querida amiga!
Besos y abrazos,
Chiqui.-

 

mil gracias a ti, siempre y un beso
Rosario

 

tristes y dolientes amiga, besos

 

mil gracias, amiga
Un beso
Rosario

 

un rincón oscuro para librarnos de todo eso que nos desgarra... bello poema Rosario. Suerte.

 

Muchisimas gracias, querida amiga
hecho de menos tus poemas
un abrazo muy fuerte
Rosario

 

La melancolía excelsa protagonista de tu poema. Hay un penar que ronda cada palabra. Saludos poetisa.

 

Muchas gracias y un beso
Rosario