“Desvanecido (en esta solitaria ciudad)”

Y tal vez sea cierto,
lo que ella dijo esa noche,
y tal vez fue verdad
lo que sentí.
¿Cómo podría haberme dado cuenta antes?
¿Cómo?

Estoy podrido y masacrado,
por estos desazones,
de una vida marcada,
descolorida existencia,
ausente de respiros e inspiración,
que me convierte en una imitación,
de ser humano.

Cruel destino,
el vagar sin rumbo,
y puedo culpar a mi suerte,
y a esta melodía,
que suena en mi mente,
recordándome quien era,
y quien debía ser.

Mis ojos,
ya no reflejan su luz interior,
mi mente se apaga,
y poco a poco,
mi corazón se cae a pedazos,
con cada paso que doy,
por estas sendas solitarias,
solitaria noche,
solitaria ciudad.​

 

Muchas gracias Emmanuela por haberte detenido en estas solitarias letras, mis más sinceros saludos para ti.

Alvaro