Desventura

Desgraciado ocaso, oculta tu mirada de revolver,

Y perfuma tu impasible hedor a desdicha.

En mi la luna posada está, como la corona de un rey.

El viento, tu mensajero, bufa al cielo mi nombre

Buscando, advirtiendo a los demás de mi llegada

Las estrellas inquietas están, se inclinan

Ante mí como ante un dios.

Ocaso, tu y yo entendemos que la jurisdicción

Temporal es inaplazable

Pero, no, no

Estas leyes cósmicas que rigen hasta a los astros

Me pasan por alto, no les intereso

El tiempo gatea hacia atrás

Y la infinidad me sonríe con su burlona expresión

Agónico, ante tan basta maldición, espero

La sentencia universal, esta trascendencia no la quiero

Te espero a ti, luna, que bajes conmigo

Y vivir una vida de placeres terrenales

Donde la lluvia sea la el sudor disperso por la danza de dos ojos

Te espero alcanzar, bella diosa, que me sigues a todos lados

Mi absurda tarea, cae bajo una incertidumbre inconsolable

La desesperación por lograr, por lograrte

Me corroe, y espero, como el mar junto a su amada arena

A que algún día una fuerza sobrenatural

Rompa nuestra frustrada misión de juntos estar

Rompería en llanto, cualquiera​

Lo haría, no?​

 

Divinidad de letras excelentes de la inspiración preciosa.