Detrás de la verja

Detrás de la verja se encuentra una niña
que observa las flores cantar.
Detrás de la verja camina el anciano
que antaño aprendió a silbar,
camina tranquilo y observa las flores
que bailan su musical.
Detrás de la verja la nube pasea,
la nube no llora, ni sabe gritar.
Detrás de la verja el amor se transforma
en risas, canciones, en paz, libertad.

Tras la verja rota,
oxidada en su vejez,
las noches son grandes liturgias sin oración,
los grillos descansan en rocas con sombras
de admirable confort.

Detrás de esa verja los besos son besos,
los cuerpos se abrazan en incendios de amor,
los niños descansan, en noches lluviosas,
en la protectora sombra de un árbol mayor.

¿Quién rompió la verja?
¿Quién se atrevió a tocarla?
Ahora no ríen las noches de antes,
ahora no sueña nadie en color.

Fueron esos hombres malvados, sin dientes,
que odian al pobre y provocan dolor.

Con balas de fuego quemaron la sangre
del hambre y la voz que gritaba opresor.

¿Ahora quién vive en la paz de la verja,
ahora quién llora por la diversión?

Si matan la carne, si rompen las horas,
los sueños se quedan esperando el ardor,
pues matas al hombre que porque es hombre lucha
por hombres que viven en su situación.

La verja se ha roto
entre cadáveres bellos,
la tierra los traga con cariño,
los niños descansan en tumbas de cartón,
sus padres se fueron del mundo.

La verja se ha roto
y con gran dolor
escribo estando tranquilo,
pues mueren los cuerpos,
pues lloran los grillos,
pues gritan las lágrimas que han sufrido.

La verja se ha roto
en su vieja vejez
en este campo marchito,
pero allá a lo lejos
observo al andar,
silbando canciones alegres,
a un ancianito que camina tranquilo
y de repente se deja parar
pues hay una verja
de origen chiquito
que ahora empieza a brillar.

 

Gracias por leer mi poema