Devastados

Torbellino silente, cruel, despiadado,
Me encausa a mares muertos,
Me arroja a campos desolados,
Donde los amaneceres se arropan con tempestades.



Cómo desarraigar el devaneo desaforado,
Si en mi pecho desesperación florece...
Y huele a traición, dulce sabor, divisa ternura,
Cántico de querer, palpable pasión transfórmese en agonía.



Fuego incandescente va quemando lento,
Suave, pareciendo ser letal...
Cristales rotos en el suelo yacen,
Anunciando el paso efímero,
Desbocado e inminente de dos almas temblorosas por el deseo no consumido.



De ti, ausente, tú en mí, presente como presagio de desgracia.
Yo víbora destilante de veneno,
Fulminé con un soplo de brisa lo inadvertido.
Sólo fragmentos quedan entre sus nobles sienes de tantas noches colmadas de ternura y bondadosos te quieros…



Cómo desenredar lo enredado,
Cómo deshacer lo mal hecho,
Sí basto sólo un instante...
Pasaste torbellino y todo te llevaste.

 

Otro gran poema. Precioso,realmente precioso.