Día CXVI o no hacer nada más que doler

No voy a hacer nada, nada bien, nada mal.
Si es cierto que las posibilidades son del viento,
olvidaré para siempre todo lo que aprendí.

Es un lujo volver a nacer, a creer,
a ser esa criatura precoz, de vientre preciado, de felicidad invertida.
¿Quién puede renunciar a querer?
¿Quién debe querer?

Es la ruina tener ventaja sobre un sentimiento,
el simple ingenio nos besa y nos da brillo,
hay que borrar con las manos, hay que borrar las manos
para ser un todo abierto a un cerrado principio.

Basta de fragmentos, de historias con finales.

Suspirar es hablar de mas,
tener compasión es matar el tiempo sin copas, sin brindis del buen arte que es soñar.
La belleza es vivir desconcentrado,
ser un bucle de errores con aroma a nostalgia, tropezar al reír,
ser mediocre al no saber volar...

Cada desliz,
cada muerte conceptual se perdona,
el único crimen es no dudar al herir.
Por eso el gas lacrimógeno, por eso te encierro,
por eso sin hacer nada te bombardeo con mi dolor...

 

Con todos los ingredientes del dolor logras una joya, no todo es bueno y no todo es malo logras un balance perfecto, un gusto leer tu talento, saludos cordiales.