Día CXXI o la herida de un ser herido

Estoy roto y cocido por un ser que tiene una herida y una cicatriz mayor que la mía.
Solo puedo detener la hemorragia interna al ver su rostro golpeado por la vida exterior.
Adoro el veneno que ella bebe, su absurdo libertinaje que jamás la va a liberar,
su agua está sucia, su amenaza de subsistir sin cuidado alguno es la primer maravilla a construir.

Un algo absurdo nos une. Yo soy amor y hago odio y repito la escena una y mil veces,
y si yo fuera ella también sería amor y haría odio y comería en el mismo plato los mismos huesos una y otra vez.
En este malvivir, bienmorimos y tenemos que aprender a contentarnos
si mi socorro es una cárcel de palabras,
hay que esperar, esperar y esperar que aprenda el verdadero significado del perdón.
Mientras, voy a guardar tu tristeza que es mi tristeza
con un impedimento al brote psicótico del suicidio benigno.

 

Expresas mucho sentimiento y melancolía en tus poemas, ellos cautivan.

 

Porqué tantos nick?
La poesía sólo tiene un rostro