Día CXXXI o una simple verdad media escondida

Espero me recuerdes como alguien que amaba la poesía y los brotes de ira adolescente,
espero también, que simplemente me recuerdes.
Cuando estés pelando una manzana, o sean dulces las canciones en tu voz,
espero que saques el cuchillo de tu corazón y me sangres al menos un poquito para sanar mi herida.

Cuando yo muerda naranjas y coma las cáscaras de un limón, siempre pensaré en ti,
al igual que si me duele el estómago o si me quedo mirando una hoja descolgándose de un árbol oración.
Si moribundo un día me cruzas por la calle, haz mucho ruido,
confunde tu sombra de ojos con el otoño o la primavera y sopla un vientito suave en mis oídos.

Soledad, tu que eres su hermana, explota como un fuego artificial cada vez que ella me nombre,
y si una estrella fugaz la remplaza en mis sueños, no le avises, por favor
aunque ella tenga muchos alguien, aunque ella pueda ser una montaña espantosa llena, muy llena de humanas emociones.

 

Hermosura excelente de arte monumental.
Divinas letras magníficas.