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Día de la mujer mundial

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Bender Carvajal, 8 de Marzo de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 398

  1. Bender Carvajal

    Bender Carvajal Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    26 de Agosto de 2010
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    Te voy a contar de las mujeres y la vida,
    la vida sostenida por pechos, por sollozos,
    de la vida incesante por el camino de los hijos,
    de mujeres incansables que derrotan
    el cotidiano albergo del desamparo,
    de ciertas mujeres confinadas al descuido,
    de sus coronas con alabastros
    y transparencias de luna rota,
    de mujeres cansadas
    de tanta pampa en el corazón,
    de mujeres que saben a tierra mar cielo prado,
    de mujeres que huelen a matices,
    de mujeres que vuelan
    con las bardas extendidas de su boca
    cuando amamantan,
    de mujeres que disipan el azufre,
    de mujeres que Dios acoge
    en conversaciones íntimas,
    de mujeres invisibles con tan sólo
    las evidencias de su sombra cuando pasan,
    de las que no vemos, de las que cruzan
    las calles por debajo de nuestros ojos altaneros,
    de las feas, las bonitas, las altas,
    las pequeñas, las imperceptibles incluso,
    las que tocan puertas, las que apagan celulares,
    las que se dejan llevar, las que no regresan,
    las que hieren, de las asesinas con impunidad
    porque un corazón muerto por una mujer
    ya no es un crimen.

    Voy a contarte de las mujeres sentadas en rincones de poca luz,
    de las que no se quejan, pero se defienden,
    de las que esperan los ascensores vacíos,
    de las que duermen como niñas con el amor hecho pedazos,
    de las que se cepillan los dientes,
    de las que lavan la ropa, las que cocinan,
    de las que no se maquillan
    pero barren los años en las veredas del tiempo,
    de las que compran tomates,
    de las que eligen papas, de las que besan en la frente
    y se despiden de sus hijos,
    de las que toman desayuno
    con la tele prendida, de las que no almuerzan,
    de las que se postergan,
    de las que dan un paso al frente
    y dos al lado para dejarnos pasar,
    de las que conviven con el silencio,
    de las que trazan el aire
    con sus hilos de orgullo, de las que no mueren,
    de las que no van al cine,
    de las que no viajan, de las que riegan
    el macetero bajo el escritorio de la oficina,
    de las que se duchan con otras mujeres,
    de las que vuelven a sus casas
    invitadas por la noche, seducidas por el cansancio…

    Voy a contarte de las mujeres que se aman,
    de rosas envueltas en sus propios pétalos,
    del sin rencor contra el amor,
    de mujeres que se besan con la medida justa de los labios,
    de camas con olor a hembra y persecución,
    de manos decoradoras del vientre
    por donde se arrancan el corazón y los hijos,
    de mujeres que se enferman,
    de las que nunca sanan,
    de las que dan como que si ya lo tuvieran todo,
    de las que besan sin vergüenza,
    de las que se dan la mano con libertad,
    de las que miran con los ojos arriba,
    de las que han domesticado el miedo,
    y de las que también sufren
    por vivir socialmente domesticadas.

    Voy a contarte de la vida
    al alero en los brazos de una mujer,
    de la mujer que es origen, de la que sabe arar,
    de la que le hace la basta al tiempo,
    de la que no reconoces, de la que no fuma,
    de la que se embriaga de secretas utopías,
    de la que su frente choca con la boca de Dios,
    de la que llora escondida de sus hijas,
    de la que cepilla su pelo
    y la nostalgia se le pone bonita,
    de la que espera a un lado de las escaleras,
    de la que lleva rosales en los ojos
    y enredaderas entre los párpados,
    la perseverante, la infatigable,
    de aquella a la que la derrota no derrota,
    de su delgada voz que serena,
    de la que mira la noche desde la puerta
    de su casa cuando sale y cuando entra,
    de la que trabaja y estudia,
    de la que se reconstruye como una casa en el sur,
    de la de más largo aliento,
    de la que rebana las horas y las multiplica,
    de la que toma café y piensa, de la que oye la radio
    con esa lejanía de los recuerdos,
    con secretas palpitaciones, de la que no disimula,
    de la que no miente,
    de la que es una verdad con piel de mujer
    y corazón de madre,
    de la que elige la levedad intacta de su palabra,
    la que le debe a la vida sin que la vida le cobre,
    la que sacude el polvo de sus pequeñas manos
    donde cabe el universo diminuto,
    de la que no se espanta con la vida,
    de la que no le teme a las necesidades,
    de la que se para de frente
    y vence al destino, de la que tiene madrugadas
    húmedas en su pequeño campo de nubes,
    de la que ríe, de la que sonríe,
    y de la que Dios y la vida no tienen nada
    que decir en contra del arco iluminador
    de su sonrisa mientras sea ella
    la mujer del día mundial…

    (a Patricia Campos)
     
    #1
    Última modificación: 28 de Agosto de 2011

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