Día VIII

Cambian los tiempos,
con los años las tempestades no dan tanto miedo,
los vasos vacíos se llenan más lentos
y lo que una voluntad esquiva, otra la hace caricia, escuela,
algo guardado en los bolsillos, como monedas,
como ese boleto a ningún lugar que tanto cariño nos da.
Cambian las palabras que nunca se dicen, no te odio, no te amo.
uno confía en el dolor por dentro
como si el búho interno supiese aún más de la oscuridad.
El mundo se descompone automáticamente. ¿Y eso qué importa?
!Y eso cuando carajo importo!

Mirar un continuo para beber siempre del ayer,
la esperanza es vender todo, lo bueno, lo malo,
los besos que dan pena, la remembranza de un hermoso gesto en la piel.
Si hubo alguna ciudad que creció en el pecho,
prende fuego, haz que el fuego sea tu única verdad.

Todo cambia, lo que nos cura, lo que nos hiere,
el manto que nos cubría del frío hoy nos da calor,
la poesía altruista es nieve en el corazón y eso que se llora contra una pared
ahora es la suerte de tener por quién reír también.
Qué nos vuelve tan relativos, cuando aprenderemos el significado de valor.

Y si me salvo, y si cambio hasta mudar de ser,
habrá otro espanto más gordo que mi silencio
o como me suele pasar siempre va a ser muy tarde
y nadie me va a ver correr, ganar, perder,
o ser un mísero reloj.