Día XXIV

Cuando abro mis pesadillas,
caen semillas,
cuando cuento esas semillas
una falsa homilía son tus ojos, los ojos rotos de quien viene a leer,
y mis ojos que a veces me creen perder.

Cuando siembro esas semillas
las pongo muy hondo en tus manos,
me gustaría que tu transformes mi dolor en algo bello,
yo sé que en tu interior han crecido jardines de expiación divina.
Lo dice tu rostro, tu verde claridad, tu rubia sexualidad.

Cuando vienen los visibles en lo alto a buscar una semilla
yo no hablo, yo no callo, yo no existo,
espero que las hojas me cubran
y deseo soñar con el fin del mundo, de las mentiras, de la verdad.

Cuando creo que es tarde, que ya no hay solución
una fuerza extraña, de una semilla que quizá soñé
me suma a los inmortales y soy un capullo, un azar ciego,
un error de ángel que con bondad espera salvar una soledad, tu soledad.

 

Abcd interesante escrito. Saludos y buen descanso.

 

Un bello paisaje tras el sensible ventanal de tus versos amigo...
Siempre es grato encontrarme con ellos...te abrazo con todo mi cariño...