Diagnóstico

Este cansancio se aferra a mi como un parásito,
se alimenta de mis ganas de caminar en las mañanas,
de ver los parques y correr un rato;
me duelen los huesos, me pesan los párpados,
me fatiga hablar con el espejo, me arden los labios,
no estoy enferma, si lo estoy no hay antibiótico,
y si lo hubiera no lo tomaría.

Despierto con la sensación de no haber dormido bien,
luego, no quiero seguir durmiendo sino recostarme,
como el limbo de la necesidad primaria del sueño,
sentir que descanso sin cerrar los ojos,
sin ideas claras, sin arquetipos, sin blancos ni grises,
sin recuerdos o expectativas, solo mirar al vacío,
y detenerme en el tiempo como si hoy no fuera otro día sino la hora 25.

estoy harta de estar harta,
no me halló ni siquiera antes mis ojos,
despierto y duermo de la misma forma que elijo un color u otro,
hoy es azul mañana es rojo, tal vez un día sea morado,
empiezo a creer en mi ausencia ante el mundo,
aquí o allá nada cambia,
no es desidia por vivir, tal vez un poco,
el mismo poco que le falta para entenderme.

 

Profundidad intensa y vibrante amiga...
Grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy