Diez de la maÑana

La particularidad de tu sonrisa,
los arcos en curva de tus comisuras,
y de tus entreabiertos labios,
se escapa el aire de mis desventuras.
Esta impaciencia me atrapa,
me hiere,
me mata
mientras la soledad,
al oído, me jura,
que no quisiste ser nunca mía,
pero tu fantasma aún perdura,
de las eternas noches oscuras,
de las diez de la mañana.
​

 

Anhelo que sólo se perpetúa en la sinrazón del alma. Bellos versos

 

Enorme poema divino, una belleza insuperable, una verdadera preciosidad.

 

Preciosos versos, con ese final de las diez de la mañana que parece una hora bruja.

Un abrazo.

 

Gracias por opinar

 

Hermoso poema, directo, sentido, con ese sabor a resignación de un amor no correspondido.
Un abrazo.

*La palabra "aún" en ese caso deber llevar tilde pues tiene un significado temporal.

 

Muy bellos versos Davidul, me ha encantado tu versar. Todas las estrellas para tus letras. Un saludo

 

Gracias por opinar