Díganme ¿qué hago?…

Díganme ¿qué hago?…



Te has preguntado ¿por qué bebo?
¿siquiera imaginas la angustia de mi alma?,
es quizá por eso que no tengo calma,
no existo en los confines de mis ruegos.

¿Te imaginas mis venas y mis latidos?
¿será que los percibes en su flaqueza?,
o quizá solo ves el delirio de tu grandeza,
lo que impones ante el mundo sin sentido.

Ahora mira cada trago que yo bebo
y consuela tu ego con mi ebriedad,
sabrás que solo soy fruto de la soledad.

Te preguntaras ahora ¿por qué lloro?;
no es por ti, es por mi dolor lastimero,
por vivir con alguien a quien no quiero...
​

 

Si se trata de amor, ..., se puede intentar reavivarlo como al principio. Mucho sentimiento y angustia emana de esos versos. Muy bien elaborado. Felicitaciones.