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Diminuto Reclamo

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Pinturicchio, 31 de Marzo de 2009. Respuestas: 1 | Visitas: 344

  1. Pinturicchio

    Pinturicchio Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    29 de Marzo de 2009
    Mensajes:
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    Quién adivinaría que ibas a estar presente, en aquel sitio,
    oculta, tu presencia.
    Quién de todas mis formas de ver y de creer
    sabría de esa terrible ocasión, para bajar la mirada,
    la mirada fija de mis ojos,
    y que tu soportarías que pensaras que ese era el final,
    de mis ojos, de tus manos tocándome,
    y que tu y yo estaríamos, en realidad
    rodeados de los mismo árboles, de los mismo muros,
    y enviarnos un noble silencio,
    y entrar por el mismo portón,
    para saber que todavía existíamos,
    y cruzar destellos de brillos en los ojos
    a la misma vez que los minutos marcaban el reloj
    y el sol nuestras caras,
    mutuamente trasponiendo desde el fondo algún gesto,
    tiritando toda clase de discursos
    aprendiendo a estar contigo y sin ti.
    Eras tú aquella detrás del tumulto,
    era yo detrás de ti,
    y ni siquiera todavía nos habíamos visto.
    Sin esperar,
    nunca espero a que acabes de llamarme por el nombre,
    a que des la espalda y situarnos fuera de las estaciones
    para alejarnos de todos, como dos alaridos
    de estupefacta emoción.
    Pero eso no sucederá, no serías tú
    no sería yo, aquellos de dos, de ti, de mi,
    de uno solo.
    Eras en algunas ocasiones, parecías tener de mi,
    parecías palpar mi nombre en tus cuadernos,
    no tanto, solo pasar de mano y suaves dedos,
    para que nada fuera como antes,
    para que nada sonara peculiar,
    pero de manera que quedaran los recuerdos de que todavía existíamos,
    tu y yo, solos.
    Hemos caminado hasta el tiempo muerto
    donde la tarde y las madrugadas se unen y se llevan.
    Hay quienes no recordarán esta distancia.
    Llega el olvido por mis retinas
    y va dejando aquel surco de vacío.
    No considero la desesperación,
    ni siquiera existe en mi entorno.
    Ya se fueron todos aquellos pensamientos desnudos
    de cielo de llantos y agua que se desprende
    tu cara se queda clavada en una de mis tantas risas
    hasta pronunciar tu nombre completo.
    Puedo anhelar el ocaso
    cuando inserte un diminuto reclamo
    en el paisaje de mis sentidos
    lo dejaré en palabras
    que no lleguen donde te encuentras, como siempre queriéndote.
    Puedo anhelar el ocaso
    aunque no queda nada de ti
    aunque a veces me desespere
    solo en mi cuarto, viendo como el sueño se reduce
    y mi empeño sea más fuerte que la muerte.
    Puedo salir a caminar cuando quiera.
    Mi pequeñez delantes de todos a consabido odiarte.
    Esta vez, otra más
    tú quedarás
    y seguirás como un tiempo que viene y se va
    y no quedaré delante de ti
    sin esa alternativa de poder reaccionar como yo quiera.
    Llega el momento de ir a buscarte
    de correr hasta tu ventana
    de saber si todavía quedas sentada
    para reconocer mis palabras persuadiendo
    tus gestos de dolor.
    Tendré que ser un hombre
    sin vivir de huidas, sin vivir de momentos
    de saber permanecer.
    Tendré que temer con respeto
    la piedad de las acciones del momento de cursilerías
    y del momento de sueños y de la pasión
    que dentro de mi permanecieron.
    Esta tarde, otra de las tantas
    yo estaré,
    sin decir, a la vista de tus ojos
    a una mirada de saberte mia
    pero no me perteneces,
    no sé cuando me perteneces, nunca lo aprendí,
    mirar horizontes a tu lado, nunca lo aprendí
    reclamarte cada vez que no estabas nunca lo aprendí.
    Puede que construya un castillo de arena
    aunque ya no sea yo,
    debo ir y saber saludarte por encima del sombrero,
    aunque ya no sea yo
    de situaciones y milagros,
    aunque no tenga otra forma de mirada
    de mi brillo para ti.
     
    #1
  2. Colibrí

    Colibrí Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    18 de Marzo de 2008
    Mensajes:
    4.245
    Me gusta recibidos:
    109
    Género:
    Mujer

    El silencio es un ramo de rosas
    que avanza perfumando las estancias
    viajan con la brisa en detalles que brillan
    como la mirada, construyendo sueños
    basados en mutuas realidades.

    Un gusto leerte y admirar tus letras
    por primera vez, con tu permiso seguire tus pasos
    en letras, un saludito y cariños.
     
    #2

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