Dios: Único sufrimiento

Y es que toda mi vida es un «Dios, ¿Porqué me has abandonado?»: Parte dos.

Me parte en dos, sí.

No sé a qué atribuir esa sensación ¿?.

No es difícil saber la respuesta.

Es más, es lo más sencillo del mundo.

Todos cuando mueren quieren ver a Dios, yo quiero verlo sin diñarla.

Es por ello que escribo la onda más expansiva soportable por el hombre.

Todos cuando mueren quieren ver a Dios.

Yo traía un discurso preparado para este poema, pero acabó en el retrete.

Dios, ¿Porqué me has abandonado?

Si es que, joder, ya sé la respuesta.

Porqué no pongo punto y final a mi vida.

¿Acaso me va ese rollo de convertirme en mártir?

Si es que… ¿Qué puede acabar conmigo si esto no lo hace?

Dios, ¿Porqué me has abandonado?

¿Qué debo hacer?

Muéstrame la luz.

¿Poner punto y final a mi vida?

Ojalá no pudiera escribir, me cago en la leche.

¿Porqué todo lo que escribo me suena a dictado?

Ojalá no pudiera existir.

Dios, ¿Porqué me has abandonado?

¿Me has abandonado?

Dios, ¿Porqué me has abandonado?

Si es que toda mi vida es un «Dios, ¿Porqué me has abandonado?».

Dios me quiere a su lado.

Pero no que se haga propaganda de esto.

Esto es la palabra más íntima conocida por el hombre.

La única forma de que Dios sea Dios.

No caí en la cuenta de que Dios necesita completarse.

Ahora te siento.
Pero no me siento.

Dios, ¿¿¿Porqué me he abandonado???

 

Necesitas sentirte mujer, para perfeccionarte en el sendero evolutivo.
El lado femenino de las cosas.
Así, se forma la estrella de David.
Dos triángulos que se unen, en un solo símbolo.
El triángulo ascendente es masculino, y representa al fuego y al aire.
Mientras que el triángulo descendente es femenino, y significa la presencia del agua y de la tierra.
Luego por tanto, Dios es sionista.

 

Qué me vas a contar. Soy Virgo. Me siento mujer más que ninguna otra. Incluso observado hasta la extenuación. Pero cuando alguien tiene una duda existencial de este calibre... La respuesta es que no hay duda, ni siquiera necesidad, compañero. Cada texto mío condiciona al siguiente, y así hasta el fin de los tiempos. No hay conclusiones, ni pautas, ni siquiera condiciones. Por mucho que estemos hablando de Dios, o de jugar a las canicas.

 

El problema de que no quieras gustar al lector, es que tu texto puede empobrecerse.
Con lo cuál, no alcanzarás un éxito razonable, en esta vida.
Dado que faltará la decencia, en tus escritos.
¡ Indecente !

 

¿Quién dijo que no quisiera gustar?
¡Si me dejo el alma escribiendo!
Es una poesía diferente, solo eso.
La vivo en mis carnes y así la transmito. Si no quisiera gustar ya no estaría aquí. Esto es, quiero gustar, por supuesto, pero sin engañarme a mí mismo. ¿Qué clase de poeta sería? Bueno, poeta, o como quien dice, constructor de castillos de naipes. Creo que ya nos vamos entendiendo.