Dioses y hombres

Oran vencejos viejos
en murmullo de sangre permitida.
Sotanas , turbantes , eclipses voz.
Notas escapando de la niebla,
silban, cantan , mutilan…

Ocasos prometedores
llanto en misiles de Alá , su paraíso.
Desde aguas del Jordán…Dios cala drones perversos,
zahorra de gloria y muerte,
invadiendo la osamenta osa polar del destino.

La razón cierra sus puertas.
Vencida de soledad posa la luna desierta
en esa incierta agonía.
Armas para aniquilar la tierra
desde libros revelados .

Guerreros sin almas, escudos del averno que enmudecen la palabra.
Siguen bailando puyas en el costado.



Pedro…de momento.

 

Gracias por entrar al poema. Sobre todo es una apuesta a la realidad...cuando los dioses bailan solos, normalmente no pasa nada. Saludos