Discurso de los más pequeños.

Tan pequeño, tan pequeño...
Arrugado, como una ciruela pasa.
Linajudo y con coraje, ¡ Bien puede ser !
Pero pasa desapercibido, en todo el ancho mundo bendito que conocemos.


Y no sé qué más decir. Sin rencor...


Que podría ser mejor persona, y erradicar el Mal que otros aprueban.
Y podríamos generar un Cosmos nuevo y reluciente.
Y podríamos... ¡ Bah !
Guisar unas almejas asustadas, en una olla vacía, con fuego fuerte. Se van abriendo solas.


¡ Necesitan agua ! ¡ Un chorro ! Les falta un hervor.


Yo quisiera transmitiros mi mensaje de pobreza y de dulzura.
Yo sería como la mula o el buey, en el portal de Belén.
Yo, ¡ Ay ! Mi tesoro es este mundo, ¡ No lo arruinen !
El planeta Tierra o Gaia.


¡ Sí, senséi ! Artes marciales y gimnasios. Ecología para todos los públicos.


¿ Qué más da ?
Otra Humanidad vendrá después.
En los siglos venideros. ¿ Y si es la misma que viste y calza ?
¿ Otra vez, los hijos de Eva ? ¡ Otra vez ! Son magníficos, y duros de pelar.