Distante y soÑada

En el viento triste del invierno,
en el vendaval travieso del otoño,
o en la borrasca herida por la brisa del verano.

En dos gotas de lluvia, en un enero,
en los enebros septentrionales,
en las manchas de humedad de mi sólida espera,
o en los rincones de cada pensamiento niña; te veo.


Y te sueño en diáfanos vuelos de alondras y de espejos,
en el carmín de un beso que pudo ser preso de mis labios,
esta noche de rezos y preguntas.

Y la cicuta ya no sabe a tan amarga derrota,
y el orbe ya no es tan cosaco,
ni tiene el talante de guardarte en la hégira,
distante y obcecada.

Dime niña, niña de mis anhelos,
si este mismo cielo esta echo de unísonas plegarias,
y de sueños que esta noche vuelven a mi cama; contigo.
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FEDE 04/09/012

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