Divagar ( Imagen nº4 / Octubre 2022)

El disfraz y la fiesta no cubren las lágrimas,
no apagan las velas dentro de las calabazas
ni cumplen el deseo de un por qué se apagan.
Desfachatez la imagen que miente y engaña
cual animal herido por la espalda del amigo,
por el silencio forzoso del cobarde que se ha ido,
por todo sin decir a pesar de haberlo dicho.

Y continúa la fiesta del cambio y la torpeza,
del diluvio de señales efímeras, encubiertas,
porque el asomo de la desesperanza cerca
y la alegría de vivir marcha impune a la gresca.
Divagar enlaza el feo pasado con el presente
y deja la puerta abierta al futuro inminente
mas los amos del desdén creado, generalizado,
están bajo tierra sin dueño ni criado, penando.

Acaba el largo día del jolgorio bien simulado
y las golosinas reposan en la cesta del abuelo,
mimbre entrelazada con las manos que abrazan,
que trabajan de sol a sol, sin cansancio ni pausa.
Se cierra el ciclo, divisible genocidio y martirio,
la parca marca las casas y espera en silencio,
El blanco pasa a negro y el negro ocupa el tiempo,
el camino sin flores, ni césped verde, ni aliento
es el fin de un mal momento, es el ocaso eterno.

Autora: María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-
Derechos de autor reservados.
12/10/2022 Madrid. España.

 

Profundo y reflexivo tu poema querida amiga y Poetisa Acnamalas.
Aquí en México mi estimada María preferimos sonreírle a la muerte y ella nos corresponde en las próximas fiestas de días de muertos: ahí está en los dulces de amaranto, de azúcar blanca y bellamente adornada, en el pan y el chocolate; allá lo as calaveras de papel mueven sus caderas a ritmo del viento en las puertas y cubre nuestros cuerpos en el disfraz o en la máscara. Los panteones se cubren de flores que vivas le pueblan y las familias recorren los caminos de pétalos de cempasúchil que llevan desde las aceras al camposanto, se come y se vive, y se festeja. La ofrenda iluminada por las velas en la mesa de los hogares, se llena de olores: que la fruta, el mole, el pulque o la cerveza y el tequila; aquí el pan, allá los dulces y la mandarina mientras el café en el jarrito parece bailar con su humeante aroma porque vendrán a visitarnos nuestro seres queridos e inolvidables a su fiesta y se regocijarían por el manjar. Estarán junto a nosotros vivos como ayer cuando felices compartimos la mesa. Esa es la manera como los mexicanos vemos a la muerte, la abrazamos y la hacemos vida de amor y de recuerdo cada año de toda nuestra existencia, así ¡nunca mueren nuestros seres amados, para permanecer vivos en nuestro corazón! "¡Un día los volveremos a ver para no separarnos nunca y luego iremos a nuestra fiesta cada año para hacer perenne nuestra dicha!"...
Un beso querida amiga y mi abrazo, gracias...

Anthua62

 

Gracias Anthua62 por tan buena explicación. En la celebración de la muerte la alegría va acompañada de tintes de tristeza. Saludos

 

Un honor contar con su presencia. Gracias por comentar. Buen día.