Divide y reinarás

Sueño,
enviado de los dioses
Traído a nosotros
en este valle de lágrimas
en grajeas por laboratorios transnacionales.
Vendido a setenta veces siete su costo
a los pobres mortales insomnes
a los rebeldes internados
a los que osan pensar
oponerse a nuestra democracia hermética.

Espíritu de la ley,
pulpa de lo verdadero.
Yo testificaré en tu favor.
Yo soy testigo del desprecio que te han dispensado.

Primero te arrancaron la corteza
y no dijimos nada.
Luego empezaron a hachar tu esencia
y ante las protestas de algunos
les pagaron mucho a unos pocos para que los ridiculizaran.
Esto consiguió que otros muchos lo festejasen.

Divide y reinarás.

A este paso
el acero pronto ha de llegar al centro
e alterará el natural equilibrio
y el árbol que cobija a un pájaro de sueños
caerá sin atenuantes.
Tal vez, sobre quienes bailan
al son de los leñadores pagos
que se correrán justo a tiempo,
por supuesto,

porque ese es su oficio.