Divina comedia.

Era todo, demasiado bueno para que perdurara.
Había que ponerse un antifaz que ocultara el rostro.
La fusión constante, no era menester repetirla poéticamente, ni ensalzarla.
Estábamos desnudos ante un Amor-Bondad que tiene la sartén por el mango.


Quisimos ser marítimos y costeros, pero ello era demasiado pedir a nuestros corazones.


De modo que, después de comer la fruta prohibida, fuimos expulsados del Paraíso terrenal o Edén.
¡ Fuera del Foro !
Teníamos discernimiento suficiente para distinguir el Bien del Mal y vivir una vida plena.
Como Adán y Eva, sabíamos escribir y leer, y éramos mitos que nadie creería, de la antigüedad humana.


Así, desaparecimos en combate, pues la escuela universal exige menos Sabiduría.


Lo que aplicamos nosotros al poema, es fuerza baturra, mezclada con veteranía o maña.
Somos singularidad literaria y pictórica, y muy significativos.
Yo no me avergüenzo de haber caído en tentación, porque así, averiguo muchas cosas.
La serpiente no nos ha engañado, dado que la verdadera vida, está en los espíritus.


Para mí, la serpiente es Ego o complejo de superioridad, bien integrado.





¡ Oh, Eva ! Despojados de nuestro imperio, ahora, somos pobres.
En este Reino de los Cielos, hay un matrimonio y un pueblo, lleno de fundadores.
Hubo tantos cavernícolas ingeniosos, que apenas cabe nuestro mérito, en su Feria de Muestras.
Somos los amigos invitados a su fiesta, de aprendices que sonríen, ocultos tras sus máscaras.


Eva, si hacemos el Amor, será cerca del Mar, y no en la Madre Naturaleza.


Hemos escapado de la Poesía, para adentrarnos en el Infinito de los súper-universos.
Esta sensación es muy fuerte, como para describirla.
Es la apología de la Divina Comedia científica, que dan por Televisión, y es americana.
Es el sueño americano, como las películas pornográficas, de Sexo explícito.


¡ Oh, Eva ! Nuestro Pecado original es indeleble. Valió la pena beber el Magma volcánico.