Divinidad de la memoria (nmemosina)

Toda juventud arremete
con cualquier locura
y por eso no paso por la edad
ni a través de las canas.
Solo digo sangrar a solas,
dejo afuera la basura insolente
para que el gato del vecino la disperse;
solo digo que amo
en una estación,
en una carretera
donde nos pertenecimos acaso
con besos
que después no recordamos.

Siempre pasamos haciendo la fila
para que no nos reconozcan,
que nadie nos salude
en los cómodos sillones de un banco,
donde esperamos más triunfos que derrotas,
aunque suceda siempre lo contrario.

Ayer pernocté añorando la terraza azul,
la madera in fraganti
en que dijiste: casa, comarca, bienvenido.
Ayer supe de tus piernas y lagos
por la onírica presencia de la soledad;
pero toda juventud es capaz del desenfreno,
y por eso yo ya no malgasto las metáforas.
Ladro en el poema
sin percibir el horizonte;
muerdo en el territorio del ocaso
sin percibir tu amor
que aún me cobija de reclamos o ternuras.

Toda juventud vuelve a los puentes
por donde soñamos insalvables abandonos.
Toda edad sin máculas
retoma nuestros achaques
y los pulveriza
para intentar un silbo diferente,
un paso nuevo en la danza del misterio,
para sellar otra vez el olvido
y no caer en la sombra
de los desterrados.


De mi libro LOS ÚLTIMOS CUERV OS
aprobada su publicación por la EUNED
Tercer lugar Certamen Literario Brunca 2012

FOTO Annela Samuel de Estonia.