Doblegaste mi pulso

¿Porqué insistís en que te escriba un verso?
ya no quería volver a escribir
´ya no quería volver a sufrir´

Y te preguntas “¿obligarte yo?”
pues sí, debes de saber que doblegaste mi pulso
que cayendo en tu embrujo
hoy plasma estos versos.

Es bueno que sepas que sí,
son tus claros ojos brillantes,
cual estrellas del manto constelar
quienes me obligan a escribirte estas líneas.

También esas gotas cristalinas que aún recuerdo
brotar de tus bellas pupilas
humedeciendo tu pálida y tersa mejilla.

Y tus labios, tu cabello, tu rostro
tus palabras… ¿cómo no escribirte?
ya ves, culpable eres de mi condena
“Desvelarme. Pensarte. Escribirte”

Porque sé bien, y entérate tú también
no dormiré hasta que deje de plasmarte
te dibujo con versos para tenerte de nuevo

¿Se dará un nuevo encuentro?
Quizás. Tal vez. No sé
mientras te seguiré viendo: “Presente-ausente”

Tal vez volveré a escribirte... tal vez no.
quizás seguiré recordándote... quizás no.
Mas, verdad si es una cosa:
no quería escribir pues ya no quería volver a sufrir

Pero me obligaste a parir éste poema
tu belleza cautivo mi voluntad
sacudió mis ideas
y puso tu recuerdo a conversar
con mi soledad.

Reniel Floyer - Paraguay

 

El amor es un buen motivo para escribir poemas, aunque no el único, me ha gustado el sentido que le has dado a tus versos, como si ella inevitablemente te llevara a este poema. Un abrazo amigo Reniel. Paco.

 

Saludos Paco! gracias por la visita, y si, el amor y la poesia nos lleva a niveles de extasis únicos

 

Hermosura soberbia de letras admirables, divinidad de creación.