Domingo de Ramos

!Qué quiero verlo, Madre, en el camino!

!Déjame!, que lo espere encaramado

en la rama del árbol que a tu lado

me permita sentir cerca al rabino!


¡Ya se divisa, a lomos de un pollino,

entre júbilo y palmas, aclamado,

y de ramas y flores han sembrado

la senda que lo trae a su destino.


Tan cerca de mi mano lo he tenido

que he rozado con ella su figura

y girándose presto ha sonreído.


Algo esconde Jesús en su mutismo,

un halo de tristeza y de ternura.

¡Dime madre!, ¿no piensas tú lo mismo?


​

 

Bien elaborado y con un mensaje claro.
Un gusto pasar.
Un fortísimo abrazo.

 

Gracias por tu paso y tus comentarios. Feliz Pascua. Saludos. Bernardo de Valbuena

 

Maravilloso, tierno y sublime soneto, muy apropiado para las fechas que vivimos, me ha encantado leerlo amigo Bernardo. Besos llenos de cariño y de admiración....muáááacksss..