1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Dominó

Tema en 'Tu Obra Maestra (en verso)' comenzado por David Fernández Rivera, 25 de Diciembre de 2010. Respuestas: 1 | Visitas: 734

  1. David Fernández Rivera

    David Fernández Rivera Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    19 de Diciembre de 2010
    Mensajes:
    3
    Me gusta recibidos:
    0
    No sé si puedo
    o debo comprenderlo,
    pero esos recuerdos que tus ojos
    describen
    sobre el estigma de una lágrima de cal,
    quizás no sean el mayor y fiel reflejo
    de una tarde a las orillas
    de una imprecisa vitrina de malla.

    Es más,
    me atrevería a decir
    que esta noche
    has dormido sobre una jauría de pistones,
    y alguno de ellos,
    todavía desprendía el escuálido tintineo
    de la caña mojada.

    Puede ser que me meta donde no me llaman,
    pero esta mañana quise desnucar
    el precio de tus sábanas,
    y antes de llegar a ellas,
    el habitáculo me respondía que habías llorado por ella.
    Es curioso que los cadáveres
    de aquellos llantos,
    gravasen un apresto de adioses sobre la almohada.

    Amigo mío,
    no puede dejar de resultarme tan curioso
    como aquel instante
    en el que me dibujaste con la cruz de tus cabellos
    un “te quiero”.
    Estaba firmado con el sello inquietante
    de sus manos.

    No pretendo ruborizarte,
    sin embargo,
    considero que me compete recordar
    que no es la primera vez
    que lloras bajo el esparto de un cilindro
    de caña.
    Aunque lo peor no es que lo hagas,
    sino que la condensación del lago
    conozca la cresta de la gravedad
    para doblar una boca
    imantada con las iniciales de goma y oxígeno.
    Quizás no lo sepas,
    pero estas se desprenden
    sobre el triángulo de tu propio reflejo.

    Hermano,
    necesitas respirar,
    no confundirlo
    con amueblar tus pulmones
    con una celosía de neumáticos.

    Es cierto,
    tienes la “suerte” de haber nacido muy lejos
    de la contaminación lumínica,
    también de aquellas hileras de adoquines
    sobre las que camisas
    y el dominó.

    Es por ello
    por lo que comprendo mejor que nadie tu sufrimiento,
    y por lo que ya no me sobresalto,
    aunque sí me apeno,
    cuando me remites todos estos orgasmos
    cincelados en caballos suicidios.

    Este juego no es trivial,
    como tampoco lo es que respires
    a través del fuego que desprenden las llantas
    de todas estas caravanas
    cosidas entre peñascos
    acero.

    Sin embargo,
    y como te decía,
    no sé si puedo o debo comprenderlo
    pero, con todos mis respetos,
    tú sabes mejor que nadie
    que al regazo de tu mujer,
    todos los listones de besos
    se engarzan en el anillo
    de la despedida.

    No dudo,
    y creo que tú tampoco,
    sobre la verdad
    de la dulce arista de sus ojos,
    ni siquiera de todas
    y cada una de sus promesas.
    Son todas tan ciertas
    como las heridas que discurren por la tibias de tus manos
    con cada uno de sus recuerdos.



    Ella no lo sabe,
    y sus semillas de amor verdadero,
    germinan en los tangos de tu costado
    como sangrantes esculturas
    de escarcha e hinchazón.

    Ella no lo sabe,
    pero sin quererlo,
    colecciones misivas con otros perfiles mujer.

    ¿La quieres?

    Por favor,
    voltea el látigo de tus muñecas
    y recuerda el contraluz
    de aquella argolla de sotanas
    que ensombreció con tu sangre
    lo que nunca hiciste por ti:

    un dominó...
     
    #1
  2. Antonio

    Antonio Moderador ENSEÑANTE/asesor en Foro poética clásica Miembro del Equipo Moderadores Moderador enseñante

    Se incorporó:
    28 de Noviembre de 2008
    Mensajes:
    12.717
    Me gusta recibidos:
    3.080
    Género:
    Hombre
    La verdad que el mensaje con metáforas he imájenes, supuestamente se lo dejas muy claro al destinatario... supongo.
    De cualquier forma, haces una redacción que en su extensión se deja leer y fuerza a releer para tratar de ascender por esas piezas de dominó descritas.
    Saludos.
     
    #2

Comparte esta página